miércoles, 3 de febrero de 2010

SAN CHARBEL

Vida de San Charbel
Nacido en Beqaa-Kafra, Líbano, Joseph Makhlouf creció con el ejemplo de sus padres y dos de sus tíos, ambos ermitaños. A los 21 años, dejó su casa en secreto y entró al monasterio de Nuestra Señora de Mayfuq, tomando el nombre de un mártir Sirio, Charbel. Ordenado sacerdote en 1859, fijó como su residencia el monasterio de San Marón en Annaya, por 15 años. Su deseo se cumplió cuando recibió el permiso para ir a vivir la vida de un ermitaño. Así comenzó esa vida sagrada, siguiendo un ayuno perpetuo, con abstinencia de carne, frutas y vino, trabajos manuales santificados por la oración, etc. San Charbel pasó veintitrés años así, sus diversas austeridades parecían sólo incrementar la robustez de su salud. A mediados de Diciembre de 1898, se enfermó, durante la consagración de una Misa. La noche de Navidad murió, repitiendo la oración que no había podido terminar en el altar: “Padre de Verdad, tu hijo amado, que hace un increíble sacrificio por nosotros. Acepta esta ofrenda: Él murió para que yo pudiera vivir. Toma esta ofrenda! Acéptala.....” Estas palabras resumieron una vida de setenta años.Devoción mexicana de los listones:Un día una fiel angustiada por suenfermedad pasó a orar para pedir la misericordia de Dios y encontrándose con San Charbel le pide su ayuda. Insistente y para que no se le olvidará al Santo, decide dejárselo por escrito en un listón. Pasando algunos días regresa agradecida por que Dios la había curado por intercesión de San Charbel, y en gratitud le deja otro listón. Los colores de los listones no tienen importancia, sin embargo el blanco se asignó para agradecer. “Lo más importante no es el listón, es la fe, la oración para pedir al santo, pues el listón es un acto de sentimiento, de expresión de la persona“


Oración:
¡Oh Santo Venerado!, Tú que pasaste tu vida en la soledad, en una ermita humilde y retirada. Que no pensaste en el mundo ni en sus goces. Que ahora estás sentado a la diestra de Dios Padre, te pedimos que intercedas por nosotros para que Él nos extienda su bendita mano y nos socorra, ilumine nuestra mente, aumente nuestra fe, y fortifique nuestra voluntad para continuara nuestras oraciones y súplicas ante ti y todos los santos. ¡Oh San Charbel! Que haces milagros y realizas prodigios sobrenaturales y que curas a los enfermos, míranos con piedad y otórganos la gracia que te imploramos. (hacer petición). Ayúdanos hacer el bien y evitar el mal. Pedimos tu intercesión en todo memento y sobre todo en la
hora de nuestra muerte. Amén.

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